El whisky japonés ha tomado por asalto el mundo de las bebidas espirituosas en los últimos años, transformándose de una mera curiosidad en una categoría de élite que compite con los tradicionales whiskies escoceses e irlandeses. Este fenómeno no se debe a la casualidad, sino a un arduo trabajo, una dedicación ferviente y la pasión de individuos visionarios que han elevado la destilación a un arte en Japón.
Cuando mencionamos "whisky", muchas personas inmediatamente piensan en Escocia e Irlanda, pero hay un nuevo jugador en el campo que ha captado la atención global: el whisky japonés. Este cambio ha sido impulsado por la calidad excepcional que ofrecen las destilerías japonesas, que han sabido combinar técnicas tradicionales con un enfoque único que resalta la cultura y el paladar japonés.
Desde la creación de su primer whisky en 1923, Japón ha recorrido un largo camino en el mundo de las bebidas espirituosas. La historia de su éxito está marcada por la dedicación de pioneros como Shinjiro Torii, quien tuvo la visión y el coraje de perseguir su sueño en un mercado que inicialmente era escéptico. A medida que exploramos los matices y características de esta bebida, descubriremos qué ha hecho que el whisky japonés se convierta en un fenómeno global.
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Whisky japonés: Milagro o Dedicación
Hoy queremos hablaros de uno de los licores que más expectación ha generado estos últimos años, el whisky japonés. Habéis leído bien, la popular bebida de origen escocés ya no solo es patrimonio de la Gran Bretaña y aledaños. El país del sol naciente se ha convertido en un productor excepcional de whisky. El whisky japonés no se trata solo de una mera opción, sino que es una apuesta segura.
Por lo general, cuando una persona oye hablar de whisky, enseguida le vienen a la cabeza Escocia e Irlanda. Si bien es cierto que esta bebida es originaria de esas tierras, la realidad es que hay otros países productores. Todo aficionado al «agua de vida» conoce bien los whiskies de EE.UU., de Canadá y, cómo no, el whisky japonés. Lo que no muchos saben es que el whisky japonés se ha convertido en el principal referente a nivel mundial.
Evidentemente, no nos referimos a la capacidad productiva del whisky japonés, sino más bien a su calidad. Para que se puedan hacer una idea, el pasado 2015 el mejor whisky del mundo fue un whisky japonés. Según la Biblia del Whisky, elaborada por Jim Murray, el escocés ya no es el mejor de los whiskies. Este dato pone de manifiesto dos hechos evidentes: que países tradicionalmente no productores de whisky se han puesto las pilas y que Escocia se ha dormido en los laureles.
El whisky japonés no es fruto del azar
¿Pero cómo ha sido posible que un whisky japonés se encumbre como el rey de los whiskies? Pues muy sencillo, con esfuerzo y dedicación. Alcanzar el éxito resulta de sumar trabajo duro, cariño en lo que uno hace y algo de suerte. Los milagros no existen y el caso del whisky japonés no es una excepción.
La expansión del whisky en Japón no fue, ni mucho menos, fruto del azar, sino del entusiasmo de un empresario. La historia del whisky en el país del sol naciente tiene un nombre propio, Shinjiro Torii. En el año 1879 nace en Osaka un niño que, con el paso de los años, acabaría convirtiéndose en el padre del whisky japonés. Con tan solo 13 años de edad, el joven Shinjiro se introdujo en el mundo de los licores y sus mezclas.
La afición y el afán de Shinjiro por lograr su objetivo le llevó a crear su propia empresa. En 1899 nacía ‘Torii Shoten’, tienda especializada en la producción y venta de vinos. Tan solo 8 años después, Torii Shoten lanzaba al mercado el vino Porto Akadama, el primer vino dulce occidental elaborado en la isla oriental. Akadama cosechó un éxito inusitado, dando alas a Shinjiro para cumplir su sueño.
En el año 1923 surgió el gran reto
Crear un whisky japonés de malta único y original. Ése sería el principal objetivo de Shinjiro Torii. Nadie confiaba en esta apuesta, pues no creían posible elaborar un whisky de verdad fuera de Escocia e Irlanda. El tesón de Shinjiro le llevó a contratar los servicios del químico nipón Masataka Katetsuru. Éste había viajado a Escocia años antes para descubrir los secretos del whisky.
Con Masataka de la mano, Shinjiro decidió montar en 1924 una destilería en Yamazaki, territorio popular por sus magníficas aguas. Allí nació la marca Suntory que, en 1929 daría a luz el primer whisky japonés 100%, el Shirofuda. Lastimosamente, el empeño de Shinjiro y el conocimiento de Masataka no fueron suficientes para que Suntory calase en el consumidor japonés.
La perseverancia de Shinjiro llevó a Suntory a lanzar, en 1937, el whisky japonés que éste tanto había deseado. Kakubin era sinónimo de éxito y realidad, ya nada volvería a ser igual. Tras el éxito obtenido por el considerado como primer whisky japonés, Masataka Katetsuru rompe con Shinjiro y monta Nippon Kaju, que también se convierte en un éxito absoluto.
Singularidades del Whisky Japonés
El whisky japonés es una copia «exacta» del whisky escocés. Su elaboración sigue, al rajatabla, los patrones fijados por el método tradicional de destilación del país británico. Sin embargo, las destilerías escocesas han modernizado diversos aspectos del sistema de destilación, lo que ha alterado el producto.
Las destilerías especializadas en whisky en Japón no solo utilizan barricas de roble europeo y americano, sino también de mizunara autóctono. Esto confiere al whisky japonés una serie de matices que lo distinguen del resto de licores del mercado.
Otro punto interesante es que en la elaboración del whisky japonés es que utilizan casi exclusivamente cebada importada de Escocia. Además, el whisky japonés limita al máximo el empleo de turba para el secado de la cebada malteada, resultando en productos menos turbosos que los escoceses.
En Japón, no se mezclan whiskies de distintas destilerías, como sí ocurre en Escocia e Irlanda. Por el contrario, cada destilería crea multitud de licores single malt, lo que permite una amplia variedad de whiskies. A pesar de que en Japón el número de destilerías no alcanza la veintena, en Yamazaki se pueden elaborar más de 60 tipos de whisky japonés de malta.
Las destilerías de whisky japonés más destacadas incluyen:
- Chichibu
- Eigashima
- Fuji Gotemba
- Hanyu
- Hakushu (Suntory)
- Kagoshima
- Karuizawa
- Kawasaki
- Miyagikyo (Nikka)
- Nishinomiya
- Shiojiri
- Yamazaki (Suntory)
- Yamazakura
- Yioichi (Nikka)
El whisky japonés ha